se unieron para un intercambio de recetas de paz.

Jóvenes de Guatemala, Bolivia y Colombia participaron en un intercambio cultural en Colombia, donde utilizaron la gastronomía como herramienta para promover la cohesión social y la construcción de paz. En el marco del proyecto "Aportes para la Paz: Oportunidades para Jóvenes en Zonas Rurales de Guatemala" y "Anfitriones para la Paz" de Colombia.

Durante siete días, compartieron experiencias y prácticas sobre liderazgo en contextos rurales y urbanos, explorando cómo generar oportunidades de emprendimiento innovador con productos locales y fomentar la transformación social en sus territorios. Jóvenes de Santa Marta y La Guajira presentaron sus emprendimientos a sus pares de Guatemala y Bolivia, promoviendo un encuentro de saberes y de diálogo, así como el incentivo a la creación de oportunidades para la juventud en áreas rurales y urbanas. A través de sus diversas iniciativas, han impulsado tanto la empleabilidad como el desarrollo económico en sus comunidades, demostrando que el liderazgo juvenil y el emprendimiento son fundamentales para construir espacios de paz y convivencia.

Las recetas compartidas no solo reflejaron la riqueza cultural de cada país, sino que también narraron historias de reconciliación y unión, demostrando cómo la gastronomía puede ser un medio para la transformación social. Los diferentes sabores, olores y esencias representaron el poder de la gastronomía articulando a las y los jóvenes de estas tres ciudades en torno al respeto, el liderazgo, el cambio y el trabajo en equipo.

Este evento fue más que un intercambio cultural gastronómico; representó una oportunidad para que los jóvenes exploran su identidad, fortalecieran el respeto por la diversidad y participaran en talleres de autoconocimiento, comunicación activa, liderazgo y prevención de la violencia. Además, afianzaron su rol como agentes de cambio en sus comunidades y les permitió adquirir nuevos conocimientos para fomentar el diálogo sobre la paz en Guatemala, Bolivia y Colombia.

Anfitriones para la Paz ha demostrado que el emprendimiento y el liderazgo juvenil pueden ser clave para convertir los territorios en espacios de paz y convivencia, promoviendo una cultura de colaboración y cohesión social. El programa Manq’a - Anfitriones para la Paz - Miska, es un modelo de desarrollo económico social que promueve el turismo y la gastronomía en zonas rurales y periurbanas de Bolivia, Guatemala y Colombia, ofreciendo alternativas de formación técnica a jóvenes en cocina y servicios turísticos. Además de generar ingresos mediante el emprendimiento o la empleabilidad, fomenta la valorización de la identidad territorial, el respeto por la diversidad y el consumo responsable.